Maratón DreamWorks 11: «Madagascar»

¿Alguna vez vieron una película que les dejó indiferente? ¿Que lo único que podían decir sobre ella era un liso y llano meh? Bueno, resulta que mi gran reto de esta maratón no era la anti-recomendación que supuso la anterior El Espantatiburones. Criticar una mala película no es complicado, los fallos son tantos y tan notorios que señalarlos es pan comido en comparación a intentar explicar por qué una cinta ni te va, ni te viene. No hay nada tan terrible en su metraje, pero tampoco nada lo suficientemente destacable para considerarla buena. En fin, en este onceavo paso por el recorrido DreamWorks tocará exprimirme algo el cerebro y plasmar mis impresiones tanto como se pueda.

2005 | Aventura, comedia | 1h 26min |Dir Eric Darnell, Tom McGrath| ★★1/2

Desde que era pequeña hasta la actualidad, una de las franquicias de más éxito de la productora es la de Madagascar: tres películas, dos series y un film spin-off. De todo eso (antes de la maratón, claro) sólo había visto la serie de TV Los Pingüinos de Madagascar junto a mi hermanito. Las cintas no me llamaban la atención por el diseño de los personajes, y cada vez que intentaba ver la primera de éstas me quedaba dormida de inmediato. ¿Me perdí de mucho? No creo.

La historia, sin embargo, puede resultar curiosa para el cine de animación. Un grupo de animales – león, zebra, jirafa e hipopótamo – viven tranquilamente en el zoológico de Nueva York. Mientras que el felino adora ser la estrella y principal atracción del lugar, su amigo zebra Marty no sabe si pasar su existencia en cautiverio es tan prometedor. Por una serie de eventos Marty escapa del zoo, y sus amigos irán tras él para hacer que regrese. Sin embargo, las cosas no salen como planean y acaban siendo llevados a la isla de Madagascar, donde la naturaleza a la que no están acostumbrados puede separarlos para siempre, pues el apetito de un carnívoro hambriento como Alex parece poner en peligro la vida de sus amigos.

Teniendo en cuenta que uno de los directores ha estado también a cargo de la maravillosa y divertida Antz, no es tan sorpresivo que en Madagascar se pretende jugar con la representación de los animales en la animación. Esa oscilación entre su humanización y su comportamiento animal es tan antiguo como el cartoon más clásico. Aquí la premisa parte de que el actuar como humano de estos animales se da por la domesticación que supone el zoológico, y tanto el conflicto como la comedia pasan por esta cuestión.

A lo largo de la cinta, hay gran cantidad de referencias a la cultura popular, como ya acostumbra a suceder en las películas de DreamWorks. El primer tramo de Madagascar es el más entretenido en mi opinión, con los mejores gags y la aparición estelar de los pingüinos, para muchos lo mejor de la franquicia (con mucha razón). Cuando llegan a la selva, en cambio, ya las risas disminuyen. El rey Julien y los lémures tienen potencial, pero nunca llegan a ser tan graciosos porque hay que resolver la cuestión del hambre de Alex. Y ésta no es lo suficientemente explotada como para mantener nuestra atención durante lo que resta de duración.

 

El conflicto entre el grupo de amigos, aunque curioso y poco visto en una película para toda la familia, no es suficiente para que Madagascar sea recomendable porque se queda en comedia para niños. A pesar de que es un elemento que puede divertir a los adultos, la cinta no sigue el camino de Shrek o la mencionada Antz desarrollando el humor negro relacionado a una trama como la presentada. Al quedarse en entretenimiento infantil pierde el potencial para entretener a más generaciones.

No tengo mucho más para añadir. Si te gustan las películas que van a lo seguro y tienen algo de humor escatológico y referencial, es probable que ésta sea de tu agrado. Es preferible verla en inglés, pues las voces de Ben Stiller, Chris Rock y muchos más comediantes la dejan mejor parada que los doblajes. Si no es tu estilo, entonces puedes saltearla sin remordimientos: ni los personajes ni los diseños son imprescindibles.

 

No tengo mucho más para añadir. Si te gustan las películas que van a lo seguro y tienen algo de humor escatológico y referencial, es probable que ésta sea de tu agrado. Es preferible verla en inglés, pues las voces de Ben Stiller, Chris Rock y muchos más comediantes la dejan mejor parada que los doblajes. Si no es tu estilo, entonces puedes saltearla sin remordimientos: ni los personajes ni los diseños son imprescindibles.

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Meh.

La próxima vez dejamos un poco (desafortunadamente no por mucho tiempo) el 3D para volver a la entrañable animación por stop-motion. Confío en que pasaré un buen rato.

 

Maratón DreamWorks 10: «El Espantatiburones»

Meses atrás en esta maratón quedó finalizada la primer etapa en la filmografía de DreamWorks (no me cansó de repetirlo, lo sé). Una ciertamente curiosa, sin una identidad marcada. CGI, animación tradicional, stop motion, estilos visuales diversos y hasta géneros y tonos diferentes para cada cinta fueron utilizados. Sin dudas es un recorrido interesante (a pesar de lo irregular que resulta), pues muchos films que pertenecen en la misma tuvieron poco éxito y a largo plazo fueron olvidados y opacados por las producciones que ahora tocan.

Nos quedamos en Shrek 2, que estableció a la comedia en CGI como el estilo definitivo de la DreamWorks. Su triunfo en la taquilla marcó indefectiblemente la tendencia para los próximos años. Quizá me equivoque, pero lo que a muchos se les viene a la cabeza cuando piensan en esta compañía suele ser este tipo de largometrajes. Pero bueno, dejando los análisis de ciclos de lado, vamos con la siguiente cinta en el recorrido: El Espantatiburones (2004). Para muchos es la peor película que salió de DreamWorks, y otros consideran que no es tan terrible, veremos qué marca deja en el conjunto.


Dirigida por Bob Bergeron (El camino hacia El Dorado) y Vicky Jenson (Shrek), esta película nos lleva a un mundo subacuático muy similar a la ciudad de Nueva York – o al menos al Times Square – en el que conocemos a Oscar (Will Smith), un pez que trabaja en un lava-ballenas y que ansía tener una vida de lujos. Todos le dicen que debe bajar a tierra, pero le llegará una oportunidad con la accidental muerte del hijo de un tiburón mafioso (Robert De Niro). La ciudad lo considera un héroe por deshacerse de una amenaza para la comunidad de los peces, volviéndose una celebridad. Entablará amistad con el otro hijo del tiburón, el vegetariano Lenny (Jack Black), que pretende iniciar una nueva vida entre los peces.

Como muchas de las películas que veía cuando era pequeña a principios de los 2000, esta cinta está atravesada por todo lo que estaba de moda en dicha década: el rap y hip-hop, celebrities del momento, frases cool, y las escenas al final con música destinada a ser parte de la lista de éxitos. Si bien muchos de esos elementos siguen persistiendo en el cine de animación actual, creo que se entiende a lo que me refiero. Gran parte del guión consiste en insufribles chistes de juego de palabras sobre Hollywood

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DreamWorks ha empleado siempre celebridades para doblar a sus personajes, no es algo que inició aquí. Sin embargo, mientras que en casos como el de Antz la historia se sentía orgánica y la selección de los actores de voz tenía directa relación con la personalidad de cada uno, El Espantatiburones parece totalmente construída alrededor de las figuras que forman parte, realizando referencias constantes a sus anteriores trabajos y teniendo implicancia directa en su diseño. En consecuencia, se siente más como un gran producto rentable y manipulador.

Otro problema con este paso intrascentede en la cronología fílmica de la productora es que carece de la personalidad para erigirse como una historia que valga la pena. Es tanta la similitud con su predecesora, la segunda de Shrek, que se ve absolutamente opacada al no aportar un giro lo suficientemente llamativo. Nuevamente se parodia un género cinematográfico (en este caso el de mafiosos), tomando un entorno que adquirió popularidad con Buscando a Nemo de Pixar, dándole el toque «moderno-urbano» para que los chicos del momento se interesen en verla.

 

Se podría decir que la saga de Shrek tiene características similares en cuanto a utilizar elementos propios de su tiempo. La (gran) diferencia es el manejo de los personajes para mí. Mientras que el ogro y compañía se hacen querer aún con sus defectos, los peces y tiburones no me generan nada. Más allá de la actitud sumamente egoísta de su protagonista, el mayor problema radica entorno a la falta de empatía que producen en el espectador de cualquier edad. Carecen de un objetivo o carácter con el que todos puedan reconocerse o reconocer a otro. Como dijo Roger Ebert en su crítica, la película está tan preocupada con las referencias a Hollywood y sus celebrities, manejando problemáticas adultas, que al final no logra que nos importe.

¿Significa que es la peor de todas? Bueno, teniendo en cuenta de que ni siquiera hemos llegado al Ecuador de la filmografía es absurdo afirmar algo tan contundente. Pero sin lugar a dudas el estilo visual y la música no ayudan (Hans Zimmer en uno de sus peores trabajos, ya que tampoco le mandaron a componer un score extenso) a una historia irrelevante. Me he reído con algunos chistes, pero principalmente porque entiendo las referencias, y poco tienen que ver con el escenario en el que nos quieren introducir. No es olvidable, lo cual es relativamente mejor que ser un bochorno, todo hay que admitirlo.

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Si te gusta el cine de mafia, y quieres reírte un rato con la autoparodia que Hollywood adora hacer, es una película para ti. En mi caso, me asquea lo suficiente para no volver a verla nunca más. Una pena, porque de pequeña (no me explico cómo) me gustaba bastante, y de hecho recuerdo jugar a su versión videojuego. La fórmula de Shrek, por lo visto, funciona exclusivamente en dos films.


Espero que disfruten este regreso de la maratón, que honestamente me daba bastante pereza retomar. Ahora se vienen una seguidilla de cintas de comedia 3D que jamás me he interesado lo suficiente como para verlas o recordarlas. Creo que ahora sólo puede mejorar este nivel tan bajo, ¿o no?

 

 

«La leyenda de Sleepy Hollow», terror a la Disney.

Octubre está a días de finalizar, y eso sólo puede significar una cosa. La festividad más terrorífica del año está a la vuelta de la esquina. Más allá de sus detractores, los que ya la incorporamos adoptamos nuestras costumbres para la noche de brujas: desde disfraces hasta la decoración de calabazas.

d36a56b5af1497d0d66f5104a0cecc09Si siguen el blog hace un tiempo, sabrán que esta bitácora también celebra Halloween y, dada la naturaleza cobardica de su autora, difícilmente se hable por aquí de clásicos indiscutibles del terror. Más bien los lectores encontrarán un repertorio de dibujos animados que están relacionados de una forma u otra a la imaginería del evento, que pueden ser disfrutados por todo el mundo sin perjudicar sus horas de sueño.

¿Significa eso que la animación no puede ser perturbadora y espeluznante? Para nada. Desde que soy niña he visto gran cantidad de escenas que se me han quedado grabadas de lo aterradoras que me resultaron. Sin lugar a dudas, hay obras que pueden estremecernos tanto como los actores de carne y hueso. Aunque tampoco me quiero adentrar por esos lares, por lo que este año vuelvo a traer cortos y largometrajes que asustan en mayor o menor medida, pero que de todas maneras deberían considerarse para (re)descubrir en estas fechas.


Un gran exponente de esta combinación de risas y sustos es La leyenda de Sleepy Hollow (1949). El relato homónimo escrito por Washington Irving de 1820 es un auténtico referente de la literatura estadounidense, que ha inspirado gran cantidad de adaptaciones a lo largo de los años. Muchos conocemos la versión que en 1999 dirigió otro gran nombre asociado a Halloween: Tim Burton. Cinco décadas antes, Walt Disney sacó su última «película-paquete» compuesta de dos cortos basados en grandes obras literarias: la mencionada comparte metraje con la adaptación de El Viento en los Sauces, que no comentaremos ya que no tiene mucha relación con la víspera de Todos los Santos.

Así pues, damos por inaugurada la Vorágine de Halloween 2018 con un verdadero clásico, que presenta a un personaje mítico del terror con un tinte caricaturesco.

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Ichabod Crane es un profesor que llega al pueblo neoyorquino de Sleepy Hollow a trabajar. Muchos se ríen de él por su aspecto, pero su educación y maneras inspiran respeto y admiración en las damas locales. Su objetivo es conquistar a Katrina Van Tassel, la hija del terrateniente más rico de la región y así gozar de su fortuna. No lo tendrá fácil, pues Fornido Hueso – el tipo más popular del pueblo – quiere también a la joven. Parecería que Ichabod tiene todo bajo control, hasta que en la noche de Halloween se encuentra con el temible jinete sin cabeza del que tanto escuchó hablar.

No me crié con este cortometraje. Jamás apareció en la pantalla del televisor de mi casa, y no llegó a mis manos el VHS de la cinta de la que proviene, como sí sucedió con gran cantidad de clásicos de la casa del ratón. Así que es la primera vez que veo esto y me ha resultado un soplo de aire fresco. Hace mucho tiempo no disfruto de un cartoon tradicional y de sus cualidades que han erosionado las nuevas técnicas de animación predominantes.

El Sleepy Hollow de Disney es un producto de sus tiempos: una comedia romántica sin diálogo cuya gran baza es el uso de slapstick a lo loco, personajes caricaturescos y sumamente expresivos además de una narración cargada de ironía con las voces de Bing Crosby en la VO y Germán «Tin Tan» Valdés en el doblaje (ambas excelentes y exquisitas). Y si todo eso no basta para encasillarla automáticamente entre los lugares comunes de su época, basta con escuchar cualquiera de las canciones que contiene para notarlo.

Teniendo en cuenta lo que asociamos a las producciones de la compañía, ésta historia no nos presenta personajes agradables o mínimamente queribles. Ichabod fantasea con la muerte del señor Van Tassel para obtener dinero y comodidades, Fornido Hueso es superficial y Katrina simplemente quiere tener a todos los hombres del pueblo a sus pies para enfurecer al anterior. Lejos de ser un problema, es el motor cómico de su desarrollo.

También están esos reconocidos quince minutos finales en los que la trama da un vuelco y se torna oscura, sin abandonar su carácter burlón. Y no es de extrañar que sea el fragmento que se lleva los aplausos. Sin desmerecer el resto del corto, es el clímax el que despliega más creatividad artística con sus fondos, animación y efectos de sonido que beben de creaciones previas de la productora como la mismísima Blancanieves y los Siete Enanitos y El Viejo Molino (ambos de 1937). Además de generar la representación más icónica del Jinete sin Cabeza, combinándo su imagen amenazadora con el aterrorizado Ichabod. El contraste que supone ver a éstos dos en el bosque representa la combinación de sustos y risas que constituye esta obra. Sencillamente inolvidable.

Y poco más queda por añadir, pues contando con la duración justa esta es una de las adaptaciones más fieles al texto. Enmarcado en una misteriosa biblioteca con otro narrador enigmático que aporta a la atmósfera ideal para la noche de muertos. Divertido de principio a fin tanto para adultos como para niños algo mayores, no puedo dejar de recomendárselo; incluso si no son fans de Disney.

 

Mix de abril, mayo y junio 2018

Parecería que se ha vuelto costumbre que en este blog haya meses enteros sin entradas que coinciden con exámenes por rendir. Supongo que es parte de acostumbrarse a nuevas rutinas pero no importa, porque me vuelvo con un triplete. Para compensar esta ausencia trimestral traigo, como en cualquier mix, un montón de cosas que vi, leí o escuché entre libros de texto y el otoño sureño. No hay tantas cosas como si fueran tres meses de vacaciones, claro está. Pero hay aquí ciertas obras que me han encantado y que ya están entre mis favoritas.

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Perfectos desconocidos

2017| Álex de la Iglesia | Comedia, remake | 96 min. | ★★★

El primer film que veo del cineasta español Álex de la Iglesia y dudo que sea el último, a pesar de que no me haya parecido una comedia redonda. Basada en la cinta homónima italiana, la historia se desarrolla en una cena de amigos que deciden poner todos sus teléfonos sobre la mesa y compartir con todos cada mensaje o llamada que les llegue. La trama invita a ver cómo las cosas se desmadran cada vez más, con los secretos desvelándose y los personajes dudando cada vez más del otro mientras que intentan ellos mismos no quedar al descubierto. Los primeros dos actos van in crescendo en los que las risas aumentan hasta que, después del frenesí de complicaciones, todo lo construído se cae, reemplazando la comedia negra por un intento de drama que no termina de funcionar, sumado a una conclusión que da la impresión de que algo no cierra bien en la ecuación. En parte porque cuesta empatizar con personajes que se presentan como gente muy particular, por momentos desquiciada y a su vez porque se le ven los hilos en varias ocasiones. Un tanto predecible con un tercer acto poco convincente, pero aún así un retrato interesante de esta época además de sumamente entretenida.

James Acaster: Repertoire

2018 | Comedia, stand-up | 4 episodios | Netflix | ★★★1/2

Sucede seguido que, en lugar de ponerme lo que tengo en la lista de mi cuenta de Netflix, exploro el catálogo a ver si me encuentro con alguna joya inesperada o añaden series y películas que me encantan. A comienzos de abril, se estrenó en la plataforma un especial de stand-up de cuatro capítulos a cargo del humorista británico James Acaster. Al ser producción originial de los mismos, anuncios estaban desperdigados por todas partes, por lo que llamó ligeramente mi atención, a pesar de que a priori el trailer no me pareció tan bueno y que dentro de la comedia no suelo preferir el stand-up. 

Sin embargo, una vez vista la primera parte no podía parar, y de hecho he repetido mis partes favoritas. Acaster hace un hilo un tanto peculiar de historias surrealistas y bizarras propias del mejor humor británico, narradas de forma interesante e inesperada por momentos. Conecta chistes que ya usó en otros trabajos con nuevos y construye cuatro capítulos sólidos, lo cual es algo a destacar en un género que a veces queda simplemente en una sumatoria de anécdotas que buscan simplemente la complicidad del público; o al menos desde mi punto de vista. Tanto si te gusta el stand-up como si no, te recomiendo mucho este especial con un giro fresco al género de la mano de un personaje estrambótico e hilarante.

La vida de Brian

1979 | Terry Jones | Comedia | 1h 34min | ★★★★★

Ya que hablamos de humor británico, la plataforma de streaming incorporó a su catálogo en mayo todas las películas y la serie de televisión de Monthy Python, considerados los Beatles de la comedia y de gran influencia en este ámbito.

Hacía pocos años supe de su existencia cuando por televisión vi una escena de La vida de Brian, un film que nos cuenta los infortunios de un hombre que nació el mismo día que Jesucristo y es tratado como Mesías por error. En su momento no pude terminarla, y aprovechando su reciente disponibilidad en Netflix, decidí verla por fin.

No tengo mucho más que añadir que la mayoría no haya dicho ya sobre esta película. Es una obra maestra con todas las letras. Satiriza un montón de aspectos de las sociedades occidentales, hace reflexionar y prácticamente todas sus escenas son icónicas, memorables, repetibles y citables en cualquier conversación. Es fascinante ver la cantidad de cosas que contiúan sucediendo o que tienen incluso más gracia teniendo en cuenta lo que sucede en la actualidad, permanece totalmente vigente. Si no la has visto no sé qué estás haciendo en este momento, porque es muy fácil de encontrar siendo un clásico, las carcajadas están garantizadas. Seguramente vea el resto de películas de ellos, y ya estoy disfrutando de su programa Monthy Python’s Flying Circus.

Merlí (sólo primera temporada)

2015 | Héctor Lozano | Drama | 13 episodios | ★★1/2

Las series españolas están causando un gran revuelo en Latinoamérica. Todo el mundo imita el acento, las calles comerciales se llenan de trajes de La Casa de Papel, empiezan a hablar de historia del país ibérico con El Ministerio del Tiempo y debaten sobre educación chapuceando catalán con Merlí.

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Después de tanta referencia y recomendaciones esperaba mucho más de lo que obtuve. El profesor de filosofía tiene cierto encanto en su descaro, claro está, pero lo que promete ser una premisa que ponga en cuestión el sistema educativo, el rol del docente y sirva como medio divulgador de la misma, se queda en otra serie adolescente del montón. Da más centralidad a los problemas de los chicos, los líos de Merlí con los demás adultos y no pasa de ahí. Todos los alumnos son estereotipos andantes que usan sus vocablos juveniles y se la pasan bebiendo, teniendo sexo y lidiando con sus padres. Seguramente varios se puedan sentir identificados con los ellos, pero no es mi caso. Creo que a este tipo de enfoques les falta algo de diversidad y de sustancia.

Por otra parte los guionistas de esta serie adoran a su protagonista tanto que no sólo hacen que el desarrollo de la trama le de la razón constantemente, sino que nunca sufre consecuencias cuando se equivoca. Tratandose de una serie «de divulgación filosófica» que propone a los jóvenes una forma más crítica de ver el mundo eso es un mal signo.

Tiene sus buenos momentos y un final logrado, pero no creo que con eso me alcance para querer ver sus otras dos temporadas.

The Story of Diana

2017 | Rebecca Gitlitz | Documental, biografía | 4h | ★★★1/2

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En 2017 se cumplieron veinte años de la muere de Diana Spencer y, como es de esperarse, gran cantidad de documentales fueron creados para conmemorar y analizar desde una retrospectiva más contundente la historia y el impacto que tuvo en el Reino Unido y en el mundo el «cuento de hadas» que se tornó en tragedia de la Princesa de Gales. Habiendo visto una gran cantidad de programas y películas sobre ella dado el interés de mi madre, que era adolescente cuando sucedió la famosa boda real, puedo decir que dentro de todo ese material éste documental dividido en dos partes es de lo mejor que se puede ver sobre el tema.

Ponen sobre la mesa las numerosas aristas de Lady Di y todo lo que la rodeó desde su exposición al público. El manejo que tuvo de su imagen, su relación con Carlos, la dinámica con los medios de comunicación, el legado que dejó en la Corona británica y en las celebridades en general, entre otros puntos de su historia son desarrollados. Con la participación de su hermano, personas que trabajaron en los tabloides en su momento, gente del seno de la monarquía y otros participantes que de alguna forma en los sucesos contados aportan sus perspectivas que, sumadas a una buena edición, forman dos largometrajes que valen mucho la pena; más allá de que te interese o no saber sobre la vida de «la princesa del pueblo» o los escándalos de la monarquía, es un material que despierta reflexiones acerca del cuarto poder, dejando la puerta abierta a pensar en nuestros tiempos en comparación al panorama hace dos décadas.

27: Gone Too Soon

2018 | Simon Napier-Bell | Documental, música | 1h 30min | ★★

Mi fascinación creciente por los documentales es cada vez más notoria en el blog y en mi cuenta de Twitter. Se trata de una forma muy entretenida de aprender y a pesar de tener sus métodos deja cierto margen a la creatividad de sus desarrolladores. Al ver el ingreso al catálogo de Netflix de uno dedicado al asunto a veces místico y a otras amarillista como el club de los 27, me preguntaba cómo lo podían abordar.

Francamente no aporta nada, se basa en segmentos con pequeñas biografías de los «miembros» e intentan conectar esas historias con los vaivenes de la industria musical y la droga, cosa que ya se encuentra muy extendida en internet y otros trabajos similares. Es decente para el que no conoce nada sobre el emblemático grupo de músicos, pero no destaca en nada.

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Songs Of Faith And Devotion

1993 | Depeche Mode | Mute/ Reprise Records | spotify | ★★★★

Desde hace bastante tiempo que identifico cada año de mi vida con un músico. Por más variedad de artistas que escuche, hay uno que descubro y que durante doce meses es lo que más suena en mis auriculares. Voy descomponiendo sus sonidos, recorriendo su discografía, a la vez que me acompañan sus composiciones en todos los eventos del año, a modo de banda sonora. El pasado 2017 fue atravesado por la discografía de Arcade Fire, que probablemente termine escribiendo sobre ellos en un futuro. Actualmente, fui desplazando a los canadienses (sin dejar de tararear sus temazos, por supuesto; los artistas que marcaron años anteriores no son borrados de mis listas de reproducción bajo ningún concepto) por los hits de la banda inglesa Depeche Mode, que muchos conocerán por sus padres y otros tantos por su juventud. Estrellas del sintetizador a lo largo de la década de los ochenta, los de Sussex siguen en el presente grabando discos y haciendo giras, aunque nunca con la relevancia que tuvieron hace treinta años. En gran parte es por su estancamiento en cuanto a innovación con la música electrónica, pues se podría decir que desde la retirada de Alan Wilder el sonido fue cada vez más formulario. Aunque esa cuestión no es lo que importa en este mix.

No quiero incurrir en la historia de la banda, aunque tiene bastante importancia a la hora de hablar de su octavo álbum de estudio. Como decía antes, en los ochenta fueron grandes exponentes de la música electrónica, y su carrera estaba en la cima con Violator (1990), donde están sus singles más conocidos por el público general. Era a lo que parecía estar destinado a ser desde que se fue Vince Clarke, nada más sacar el primer disco.

Pero vamos al punto. Después de tal triunfo mundial, había mucha expectativa con el próximo trabajo de los ingleses, y muchos se decepcionaron cuando en 1993 sale a la luz Songs of Faith and Devotion, que se alejaba bastante del sonido que fueron perfeccionando desde que comenzaron, con muchos toques de gospel, blues y hasta el grunge. Aquí apostaron por lo analógico, incorporando batería, guitarras como en Violator y coros de gran potencia. Sin embargo, es un gran muestrario de las composiciones de Martin Gore, con las temáticas en las que brilla. Sexo, amor, pecados, todo eso está aquí – sobre todo los asuntos religiosos, que son centrales – con la mejor interpretación vocal que Dave Gahan haya hecho. Son canciones muy sentidas teniendo en cuenta que el cantante estaba casi al borde de la muerte.

Así como en su momento fue polémico entre los fans o incluso la crítica, con el tiempo fue siendo más reconocido, incluso es considerado el último gran disco de la banda, después del cual Wilder no participó más. De apuesta arriesgada, en un momento en el que el grupo casi se pierde por completo entre drogas, alcohol y disputas; Songs of Faith and Devotion no es sólo un imprescindible de Depeche Mode (que es ideal para conocer algo del grupo si no te gustan los sintetizadores), también de la década de los noventa.

 

Dummy

1994 | Portishead | Go Beat | spotify | ★★★★1/2

Pasamos de un gran disco noventero a otro.

Estos meses donde vivo fueron muy lluviosos y grises. Sobre todo en mayo, día tras día había una atmósfera calmada, en ocasiones extenuante, que suele ir acompañada de películas animadas o música que vaya en consonancia con el ambiente. Ahí es donde entra Portishead, una banda que hacía tiempo me decepcionó por no resultar ser lo que esperaba por mi desconocimiento del trip hop. Sin embargo, cuando ví que en Versus, un programa radiofónico que se ha vuelto un indispensable cada miércoles, iban a enfrentar su Dummy contra Heaven or Las Vegas, de Cocteau Twins (escucha ese combate aquí) me decidí a darle otra oportunidad al grupo de Bristol. No pude haberme econtrado con un disco que más adecuado para el momento.

Con su beat que alterna entre lo puramente urbano y lo sofisticado, sumado al timbre delicado y melancólico de Beth Gibbons, el tono del álbum te inserta en una atmósfera oscura, aterciopelada y con la clase de un soundtrack refinado. Junta elementos que a primeras no parecerían quedar tan bien juntos y, pese a ser ya muy aclamado, sigue sorprendiendo. Una gran forma de descubrir el género.


Éstas fueron las cosas que, para bien o para mal, destacaron en los últimos meses de pausa en el blog. Menciono también a la película Sing Street, un musical del 2016 que me fascinó, y que si no está en esta entrada es porque ya hablé de sobra en twitter acerca de ella, además de la reseña que hice en mi cuenta de Letterboxd, que voy a ir actualizando al igual que este espacio.

 

Y ustedes, ¿qué cosas pueden recomendar que hayan descubierto hace poco? ¿Conocían alguna de las de este mix? Como siempre los comentarios son más que bienvenidos.

 

 

 

 

Maratón DreamWorks 6: «Shrek»

Bien, llegamos al pez gordo, al elefante en la habitación, la obra más valorada del estudio. Quien no conoce al ogro verde, no conoce a DreamWorks, ya que hasta una canción de su banda sonora, True Love´s First Kiss es el tema recurrente en la secuencia de inicio de la mayoría de films de la productora. Además, el éxito rotundo que supuso este film marcó la impronta de DreamWorks, creando un patrón para los próximos trabajos de la misma.

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Shrek conquistó al mundo con sus gamberradas, su sátira al estilo de Disney y sus formas, más similares a una comedia romántica live action  que a una película animada promedio. La gente se volvió loca por ésta, llegando a ser la ganadora del primer Óscar a Mejor Película Animada. Por todo ello, no podía esperar a verla luego de tantos años desde la última vez y, bueno…Realmente esperaba algo mejor.

Lo primero es que, mientras que el comienzo y el final son intachables, el resto es bastante irregular, con momentos que llegan a lo soporífero y otros desternillantes. El mundo de fantasía no está tan explotado como para que sea una gran sátira y como comedia romántica pierde puntos al repetir ciertos convencionalismos como los malentendidos tan trillados.

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Por otra parte, presenta muchas situaciones realmente hilarantes, sobre todo a partir de la aparición de la princesa Fiona y el villano es cómico en general. También hay algún que otro personaje secundario que tiene buenos momentos. La banda sonora funciona bastante bien dentro del estilo de cinta que es.

A su vez tengo opiniones encontradas al respecto de ciertos apartados, como por ejemplo burro, que oscila entre lo gracioso y lo incómodo (sigo sin encontrarle sentido al hecho que hable de waffles y parfaits), el estilo visual con una apuesta arriesgada de usar CGI hiperrealista, luce bastante mal y en ocasiones si considero que es una decisión acertada. Asimismo, si bien me gustó el final, es cierto que su mensaje no le da la vuelta a la fórmula de la casa del ratón. Tanto da si los dos son bellos o los dos ogros, la moraleja parece ser que cada cual debe estar con alguien igual. No es malo de por sí (teniendo en cuenta que La Bella y la Bestia es de mis largometrajes favoritos de Disney), pero si se quiere romper con el prototipo de cuento de hadas, la elección que tomaron no trasgrede demasiado. Aún así he de reconocer que está ejecutado de maravilla, volviéndolo en un producto sólido.

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Creo que con esta película tuve un problema similar al de El camino hacia El Dorado. Puedo ver las buenas ideas y sus respectivas virtudes, pero tenía tantas expectativas de encontrar en ellas una gran comedia, que los defectos de cada una no me pasaron tan desapercibidos como en otros casos. Cosa que me sucedió más con esta cinta que con la otra, puesto que tiene un título de rompedora que le queda algo grande. No sé si lo veo de esa manera porque, a partir de su estreno, muchas películas animadas quisieron imitar su estilo, lo que me cansó del formato, o si realmente es poco consistente como comedia o como romance (a pesar de que no puedo negar la química entre el ogro y la princesa).

shrek45A fin de cuentas, la película tiene el nombre adecuado, siendo como su protagonista: gamberra pero con corazón, lo que la pone por encima de esas comedias escatológicas que miran a la audiencia infantil como si no tuvieran ni una neurona como para ofrecerles un entretenimiento más inteligente (cosa que parece que veremos seguido cuando estemos más adelante en la filmografía de la productora). Es fácilmente reconocible que el éxito de este se debió a la audiencia adulta. Mis padres me cuentan que siempre fuimos a ver cada entrega de la franquicia a la gran pantalla por lo divertida que les resultaba a los padres por encima de los hijos y lo innovadora que les resultó esta primera película.

Por mi parte, cae en la categoría meh, aunque puedo ver el porque de su fama. Espero no sufrir con su excesiva cantidad de secuelas.

Maratón DreamWorks 4: «El camino hacia El Dorado»

Llegamos a otra película que tenía mucho interés en ver. El camino hacia El Dorado utiliza tramas históricas nuevamente pero constituye un producto más cómico y menos épico que los anteriores films de DreamWorks.

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Tulio y Miguel son dos amigos españoles estafadores que por accidente suben a bordo en el barco de Hernán Cortés y, luego de huír de la embarcación junto con el caballo Altivo, llegarán a la ciudad de El Dorado, habitada por una tribu indígena similar a los mayas que, como su nombre indica, está hasta arriba de oro. Nuestros protagonistas son confundidos con dioses, cosa que aprovecharán para volver a España con todo el oro que puedan. Para la tarea tendrán la ayuda de Chel, una ladrona de la ciudad. Parte del plan consiste en hacer que se peleen el sacerdote y el jefe de la ciudad, así no se darán cuenta de la verdad. No todo será sencillo, ya que el sacerdote es un loco por la sangre y Cortés les pisa los talones.

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Tengo que admitir que la cinta me dejó algo tibia. Tiene buenos momentos, personajes carismáticos, es colorida y el diseño de la ciudad es destacable. La música, a cargo de Elton John, resulta estándar, siendo la única que me gustó la que da inicio al largometraje. La animación en ocasiones es notable, sobre todo en expresiones cómicas, y en otras irrumpe en los planos un CGI un poco maloliente, por decirlo de alguna forma.

newclubimage-disney-horses-f0-9f-90-8e-36854561-350-194Los personajes más divertidos para mí sin duda son Altivo, el caballo que veremos años después replicado en Enredados de Disney y Chel, que aporta humor más adulto. El dueto de protagonistas funciona bien, a pesar de que no siempre sus chistes sean efectivos. Los diseños se parecen un poco al de los anteriores trabajos, con rasgos más caricaturescos y ojos algo grandes.

La cinta tiene pinceladas de aventura y alguna que otra reflexión interesante sobre la religión. Y con todo eso, hay algo que me falta para que este trabajo de DreamWorks llegue a la altura de los dos primeros. chel_gif_20_cropped_by_toongod-db6yp9eY lo peor es que no sabría definirlo con exactitud. Claramente no se puede parecer en ningún aspecto a El Príncipe de Egipto, pero no llega a la frescura y gracia de Antz. Es un film menos trascendente y más típico, lo que no quiere decir que sea malo. Siempre nos vamos a referir a las obras en el contexto del repertorio de la productora, por lo que este no destaca especialmente.

 

Es una buena comedia, con un guión inteligente, diseños y personajes memorables. Le falta algo para que brille y desarrolle todo su potencial. La productora se recuperó del bajón de José el Rey de los Sueños sin hacer algo rompedor. No obstante, no hace falta realizar siempre películas excelentes, por lo que la recomiendo…Si no has visto las dos primeras todavía.